Por Marcel del Castillo
Bajo el oscuro escenario de la Nave Generadores del Centro de las Artes de la ciudad de Monterrey, la artista Angélica Piedrahita y el Laboratorio de improvisación libre nos invitan sigilosamente a presenciar algo que requiere nuestra atención. El espacio se llena de un sonido ronco, tosco, producto de la fricción. Son rocas que despiertan agitadas y molestas.
¿De qué se trata esta agitación?
Petra: Exprimen, extraen, extrañan, vacían, derraman, todo lo que aman. Comparten fantasmas del benceno no como huella; sino como un virus, como un cáncer. Residuos plásticos viajando a través del agua y el viento. Penetrando en las capas más profundas de la tierra… más allá de cualquier territorio. Rígidos, blandos, porosos, quebradizos o pegajosos, sus largas cadenas moleculares, entrelazándose hasta el infinito… Molécula, colonizadora y homogenizante.1
Al fondo se escucha el canto de unas aves de plumajes negros y marrones. Parecen unas aves Mirlos o Turdos, esas especies cuyo canto, casi operístico, pareciera que nos están contando algo. En esta oportunidad su estremecimiento nos alerta de un asunto turbio, tenso, urgente. Intentan dar respuesta a las inquietantes expresiones de las rocas.
¿Por qué el canto nervioso?
Turdos: Exhalación tras exhalación, me despierto silbando en un mundo que se calienta. El Sol sube hirviente, baja y se oculta. Canto tras canto, trazo este espacio.
El canto de mi cuerpo es el aire que respiras. Te toca los oídos y resopla afección.
Tu aire mi canción, aliento tras aliento. Toca tus oídos y corazón con mi voz.…2
Así comienza un diálogo interespecie o internatura, entre aves y rocas que conversan sobre una manifestación extraña, que acontece en lo profundo de la tierra. Aquí los humanos estamos destinados, por fin, a escuchar con atención lo que este acontecimiento nos insinúa y alerta: Un líquido verde sintético, ácido y fluorescente está empezando a brotar por las grietas de la tierra y las rocas, emerge como un magma corrosivo quitando vida a su paso. Residuos acumulados durante años por los seres humanos.
¿Qué es eso que expulsa la tierra?
Petra: Lo que emana de mí es una división móvil. Bajo mis capas solo existe una ingestión crónica de energía. Día a día se sepultan toneladas de rastros de adicción al deseo. Lo que de mí emana ya no es un residuo, no está separado de la vida; diminutas cadenas de átomos se entrelazan con miles de átomos más. Cadenas de moléculas alineadas en laboratorios para replicar, envolver, trasladar y construir un mundo en el que ya no distinguimos qué es sintético y qué es auténtico.3
La imagen que proyecta esta conversación es una interrogante sobre los residuos de nuestro desarrollo sustentado en el hiperconsumo material. ¿A dónde van a parar las baterías descargadas? ¿Los autos deteriorados y descontinuados? ¿Los dispositivos electrónicos obsoletos? ¿Los juguetes de nuestra infancia? ¿Los muebles de nuestros antepasados? ¿Los residuos industriales y químicos? ¿Los plásticos de nuestra cotidianidad? ¿Los tupperware de las casas que habitamos? Es la imagen de un inmenso depósito de desperdicios materiales, una montaña sin precedentes, un abismo sin cálculo. Pero, como toda imagen, si no se ve, no se siente. De ahí la perversa idea del relleno sanitario.
Para 2024, tan sólo en el estado de Nuevo León se generaron casi 6 mil toneladas de desechos sólidos diariamente (El Financiero, 2024), del cual se estima que se recolectó el 85.9% en los 13 rellenos sanitarios del estado (Semarnat, 2020). El resto fue a parar a vertederos y botaderos sin ningún tipo de control. Son muchas las consecuencias de esta producción y acumulación de residuos desenfrenada que es estimulada por el modo de consumo y desarrollo económico actual. Sus alcances pueden ser medidos en algunos casos y son sensiblemente alarmantes, por ejemplo: Entre 2001 y 2019 se perdieron en el estado de Nuevo León 51,000 hectáreas de cobertura arbórea, 4.9 % del total (Global Forest Watch, 2020).
El gran problema con los rellenos sanitarios es que nos remiten a la imagen popular de aquel que barre su casa pero oculta lo recolectado debajo de la alfombra. Por no verlos, percibimos que no existen, pero están ahí, van creciendo continuamente debajo de la tierra y generando gases contaminantes que en un año, junto a otros factores como industrias y los automóviles suman más de 52.26 millones de toneladas de dióxido de carbono en el estado (Inegi, 2023). Junto a este gas invisible, inodoro, se suman la partículas materiales (PM), que por quema o remoción de la basura se van a enturbiar el aire provocando enfermedades respiratorias que en la zona metropolitana de Monterrey cobra unas 1.251 muertes anuales (ITDP, 2019).
Los rellenos sanitarios generan también un líquido amarilloso, turbio y con muy mal olor llamado Lixiviados, formado por la acumulación de residuos en descomposición, desechos tóxicos, solventes y lluvia, entre otros. Los lixiviados contienen propiedades contaminantes profundas, los suelos afectados pierden la capacidad de sostener sus ecosistemas, impactan peligrosamente los cuerpos de agua, ya sea por el derrame directo o por la infiltración (Cedeño, 2022).
De esto es que conversan y gritan al mundo los Turdos y las piedras. Están anunciando una catástrofe que está sucediendo en cámara lenta pero con contínua aceleración en un cruce peligroso entre los tiempos geológicos y vitales, entre las dinámicas de desarrollo, asimilación y transformación del medio ambiente con los requerimientos de recursos y territorios del ser humano.
¿Cruce de los tiempos?
Petra: Los humanos tienen problemas con las proyecciones del tiempo. No se imaginan entre las millones de explosiones estelares anteriores al Sol.
Oouuuuuuoooooohh ooojjjjoooo oooojjjjjhhh!! mmmm…hjjjjj
Lo que tomó siglos acontecer es de interés unas cuantas mañanas. En sus pensamientos la eternidad del cuerpo no permanece. Olvidan que sus cuerpos son un profundo magma. Un entrelazamiento de partículas … en el que siguen sin encontrarse.4
Turdos: ¡Catástrofe! ¡catástrofe! Naturaleza y memoria del mundo… cada catástrofe de hoy recorre todos los tiempos…5
Al final, se van apagando las luces y el canto de las aves de un escenario que nos ha dejado estupefactos, al borde de nuestra pasividad. El magma ha cubierto las rocas en su totalidad anunciando así la era del plasticoceno, esta nueva era geológica que muchos ecologistas y estudiosos enuncian donde el plástico residual se convierte en el elemento común que interviene y dirige las mutaciones naturales y del ser humano. El plástico como signo y símbolo de un tiempo desenfrenado que todo lo sintetiza para luego desecharlo.
(No dejo de pensar que esto último es un grito al arte también, como generador de residuos y materiales contaminantes simbólicos y físicos).
El deterioro de nuestro medio ambiente y los gritos de las aves y las rocas duelen. La cuidada puesta en escena creada por Piedrahita en colaboración con Improlab ha sido la celebración de un encuentro tan urgente como necesario. Una convención fabulada que consigue acuerdos frente a un peligro inminente de un magma que se anuncia tsunami. La poesía, el canto y el performance ejecutado han calado a lo profundo. El impacto sensible de esta cuidada puesta en escena me trajo de vuelta aquel poema de Bertolt Brecht (2003), Acerca de la primavera:
MUCHO antes de que
nos ahogáramos en petróleo, hierro y amoníaco llegaba cada año el tiempo del verdecer irresistible y vigoroso de los árboles. Todos recordamos el alargarse de los días
el cielo más claro cómo cambiaba el aire de la primavera ya cierta. Aún nos hablan los libros de esta celebrada estación del año
aunque ya hace mucho que
no se ven en los cielos de nuestras ciudades
las famosas bandadas de pájaros. La primavera todavía se precipita a sorprender a gente que viaja en tren. En las llanuras se deja sentir igual que antes.
Allá en lo alto, por supuesto, parecen pasar tormentas:
ya sólo rozan nuestras antenas.
Marcel del Castillo es artista, curador y docente. Vive y trabaja en Monterrey. Sus prácticas artísticas son espacios de especulación y juego entre documento y ficción. En la actualidad su trabajo se ha enfocado en la representación de las vinculaciones culturales al agua en México.
Imágenes: CONARTE Nuevo León.
Referencias:
12345 Texto de la obra Escuchas y escrituras de Angélica Piedrahita.
Gabriela Monforte: Nuevo León frente al reto de la economía circular con una gestión estratégica de residuos (28-11-2024) El financiero, https://www.elfinanciero.com.mx/monterrey/2024/11/28/gabriela-monforte-nuevo-leon-frente-al-reto-de-la-economia-circular-con-una-gestion-estrategica-de-residuos/
INEGI-Semarnat-ONU Medio Ambiente (2022). Natural Capital Accounting and Valuation of Ecosystem Services, Natural Capital.
Accounting and Valuation of Ecosystem Services. https://seea.un.org/node/3301
Global Forest Watch (2020) Pérdida de Cobertura Arbórea en Nuevo León. https://www.globalforestwatch.org/
ITDP (2019). Externalidades negativas asociadas al transporte terrestre. Instituto para la Política de Transporte y Desarrollo. http://mexico.itdp.org/noticias/externalidades/
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Consultado el 15 de diciembre de 2024, https://apps1.semarnat.gob.mx:8443/dgeia/informe18/tema/cap2.html
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Consultado el 15 de diciembre de 2024, https://apps1.semarnat.gob.mx:8443/dgeia/informe18/tema/cap7.html#tema1
Cedeño, Ismael (8-11-2022) ¿Qué son los lixiviados y por qué deberían preocuparnos?, CTA Ambiental, Consultado el 18 de diciembre de 2024, https://gtaambiental.com/lixiviados/#:~:text=Los%20lixiviados%20contienen%20propiedades%20contaminantes,gran%20p%C3%A9rdida%20de%20la%20biodiversidad.
Brecht, Bertolt,(2003). Poemas de Lugar y la circunstancia, selección de José Muñoz Millanes. Epub. Editorial Tribulus